Lleno de alegría y emoción por el
recién lanzamiento del blog, me propuse salir en búsqueda de la primer reseña. Con
ese espíritu trabajador que me caracteriza (cuando me conviene) y decidido a comenzar
con el pie derecho este espacio dedicado a ustedes, mis 4 lectores gustosos del
buen comer, me lancé rumbo a la zona sur de la ciudad (allá para el Tec).
El reloj marcaba ya las 10:08 pm cuando
arribé al lugar que me tenía propuesto. Aquí me topé con la sorpresa de que la
cocina acababa de cerrar hace 8 minutos. Desconsolado (tan sufrido el muchacho)
puse en acción el “Plan B”. Esta segunda opción era el restaurante Napoli Pizza & Pasta, que se
encuentra sobre Av. Eugenio Garza Sada, en la plaza comercial del Benavides y
Sportzone (enfrente de la Honda o La Licuadora del Tec, para los desubicados).
Habiendo llegado al restaurante
me encontré con la segunda sorpresa de la noche (mmmmta, puras tragedias); un
inesperado (y al parecer muy reciente) cambio de nombre del restaurante.
Confundido entré a Capuleto Ristorante.
Lo primero que hice fue
preguntarle a la mesera sobre el cambio de nombre. Más entradas, nuevas pastas
y cortes de carne, son la diferencia entre el nuevo y el viejo nombre. Tomamos asiento
(mis 3 acompañantes y yo), y examinamos la nueva carta,y nos decidimos por
pedir platillos al centro para compartir. En las bebidas ningún contratiempo,
salvo que uno de mis acompañantes preguntó si tenían cerveza. Solo tenían
Tecate Light (casi lo mismo que un vaso de agua), pero que solo la podían traer
servida en vaso (detalle curioso).
Ahora sí, pasamos a lo mero
bueno: la comida (¿por qué más estarían aquí?). Comenzamos con una Ensalada
Capuleto, una rica mezcla de tomate cherry, pollo a la parrilla en cuadritos,
mini-elotes en vinagre, queso feta, aceituna, lechuga y vinagreta de la casa
como aderezo. Cabe destacar que me extiendo en mencionar cada ingrediente,
porque vaya que su mezcla resultó ser bastante buena. Ningún sabor se sobreponía,
y el queso que es bastante fuerte, perdía intensidad entre tan rica mezcla.
Definitivamente un gran acierto.
Como platillos principales ordenamos
3 pastas: Raviolis di la nona, Penne Fruti di mare y Penne Alfredo. Los iré
mencionando por orden de aparición. Los Raviolis vaya que decepcionaron.
Rellenos de queso ricota y no sé qué
más, porque ese era el único sabor que podía distinguir, aparte del hecho de
que estaban medios crudos. Tenían una salsa de tomate que era demasiado salada,
y no se complementaba con el ravioli. La segunda pasta tenía la misma salsa de
tomate salada, pero ahora con camarones y calamares. El primer bocado fue una
saturación de sabor a mar (no en un buen sentido). Los camarones estaban bien,
pero los calamares, estaban cocidos de más y tenían una consistencia de gomita.
Mejor que los raviolis, pero mediocre al final de cuentas. Pero la pasta final,
el Penne Alfredo, supero cualquier expectativa. Deliciosa, maravillosa, valió
la pena haber hecho esperar a mi paladar por algo bueno. La salsa Alfredo
estaba genial (lo que sobró, terminó untada en un pan), la pasta cocida en su
punto. El postre no fue nada del otro mundo, un Strudel de manzana, que su
relleno parecía capirotada.
En general:
Comida: 3/5
Atención: 5/5
Ambiente 4/5
Precios: $150-$200 por persona
Nota final: Para cualquier comentario, aclaración, sugerencia, duda, pregunta o trauma psicológico pueden contactarme en: hedonismoculinario@gmail.com .... Será de mucha ayuda para poder hacer crecer el contenido de este blog y así brindarles un mejor servicio.
Sin más por el momento me despido
Espero les haya gustado (y si no, pues se chi...)
Javier Salazar
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