martes, 18 de marzo de 2014

Cambiemos la rutina (Food Truck Park)


 
Un nuevo movimiento culinario comienza a latir con fuerza en la ciudad de Monterrey: Los Food Trucks. Movimiento que podríamos ver como una mutación de los tradicionales puestos de tacos y demás comidas callejeras, pero con una elaboración mayor, y claro con otro mercado en mente.
Un contramovimiento al común denominador regiomontano. Por un lado, tenemos esa expansión desmedida de plazas comerciales, donde abundan restaurantes nuevos y “gourmet” (querido lector, evite el uso de esa palabra pretenciosa y despectiva) y que te cobran el volumen de aire respirado en el local. Por otro lado existe un movimiento rebelde, propositivo y con combinaciones muy originales, como lo son las foodtrucks (aclaro que la generalización anterior es con fines ilustrativos y no representa la verdad absoluta. Si exagero es por su bien.)
Cambiemos un poco esa dinámica de ir a encerrarnos a un restaurante, para luego ir a encerrarnos a un centro comercial, para luego ir a encerrarnos a la casa, “and so on, and so on” (no me tome por pocho, busque la referencia). Nos desarrollamos en una serie de cajas y nuestra conciencia se limita a los alcances de estas. Salga, agarre aire, un poco de colorsito no le caería mal. Estacione el carro retirado al lugar y camine por la calle (su calle). Créame salga de ese encierro, me lo agradecerá  y la ciudad se lo agradecerá a usted.
Vivimos quejándonos de la ciudad, pero si no la usamos más que para traslados (entre caja y caja) nuestro argumento pierde fuerza automáticamente. Entonces usando el Food Truck Park como excusa, hagamos una nueva rutina dominguera y vayamos a deleitarnos con lo que nos ofrecen.
Este “Parque de camiones de comida”, esta ubicado en Río Tamazunchale, entre Río Orinoco y Río Amazonas en Centrito Valle. Lo que fuese un terreno baldío, se transforma cada domingo en una exposición de delicias culinarias.
La Cacharra, El Camino, Diablo Philipino, Food Fellas, Nomada, Papaya’s, el Venustiano, El Vic y La Divina (si me falto alguno dispénseme y deje un comentario para agregarlo). Esta es la enorme cantidad de opciones que se le presentan en un solo lugar.

Entonces ya sabe, si el próximo domingo usted ha llegado al hartazgo de la rutina, visite el Parque de Camiones de Comida. Pequeños detalles como este pueden darnos energía para comenzar una nueva (y rutinaria) semana.





Beer Glaced Burger de La Cacharra

Javier Salazar

Nota final: Para cualquier comentario, aclaración, sugerencia, duda, pregunta o trauma psicológico  pueden contactarme en: hedonismoculinario@gmail.com   .... Será de mucha ayuda para poder hacer crecer el contenido de este blog y así brindarles un mejor servicio.

sábado, 15 de marzo de 2014

Ampliando el panorama (BreAd. Panaderos Artesanales)


Los regios tenemos esa terrible costumbre de querer agringarnos. Lo que ganamos aquí vamos (casi religiosamente) a la frontera a regalarlo. Esto provoca que aplaudamos como focas cuando una cadena estadounidense decide venir a explotar (digo… “dar empleo”) a la castigada mano de obra mexicana.
Si usted lector cree que he perdido la razón (“¿este güey de que habla?”) le pido me regale otro párrafo y se lo explico.
Hace algunos años, la llegada de “Estarbaks” fue un hecho casi histórico para los regios. Desde entonces nos hemos acostumbrado a su pésimo café y demás productos mediocres que nos ofrecen. Pero el panorama está tomando un giro y la oferta se expandiendo en búsqueda de calidad.
Dicho lo anterior les quiero hablarles de BreAd Panaderos Artesanales (un verdadero motor del cambio). Hace ya algún tiempo que frecuento el lugar, y últimamente se intensificó mi asistencia (gracias al tráfico, es una escala mientras este disminuye). Puedo decirles que desde la primera vez que fui el lugar me fascinó. Ubicado en la esquina de Humberto Lobo y Río Nilo (el acceso es por Humberto Lobo) el lugar tiene toda la fuerza de la cafetería de la colonia (más adelante les explico).
En cuanto al pan, creo que no he probado uno que no me gustará. Mi elección personal es Pain au chocolat y un pan que hacen con los granos de la cerveza Propaganda (de la que ya hemos hablado antes). También pueden encontrar Conchas (los lunes), Sourdough (con variantes del mismo), Croissants, Panettone, Scone, Strudel de manzana, Pay de manzana, Pay de Limón, Muffins, French Toast, Baguettes, Foccacia, Ciabatta, Brioche, Masa para pizza, etc, etc… (*toma aire para poder continuar*). Ante tanta oferta es difícil no encuentre algo que a usted querido lector no le vaya a gustar (si ya se que comen de todo…).
Por otro lado (literalmente) tenemos el centro de operaciones de Café La Nacional (que abordaremos con más detalle en otra entrada). Recordarán mi admiración por las pequeñas cafeterías de Guanajuato, donde preparar un espresso es un acto de respeto y una ofrenda al café (mucho rollo…) ya que en el mismo lugar se tuestan los granos. Eso mismo puede ver aquí. Si en el exterior percibe un olor a quemado, no se alarme ni corra, son los de La Nacional haciendo su magia. Contrario a mi costumbre de tomar solo café negro, con ellos encargo un Cappuccino Italiano (con figurita incluida).
Creo que para esta altura usted ya debe estar convencido de las ventajas de visitar un lugar como BreAd, con pan recién hecho y de alta calidad, y un café que en verdad sabe a café (y si no, puede dejar de leer la reseña y quitar el like de Facebook, que ya no es bienvenido).
Para ir cerrando y redondeando la entrada, al inicio hablé de cómo preferimos gastar en productos importados que consumir lo local. Es en este punto donde el lugar se ha sacado un 10. En BreAd puedes encontrar infinidad de productos de manufactura regia. Villa de patos, Humo y sal, Lulo son algunas de las marcas que pueden encontrar y no se arrepentirán de probar.
Sin duda un lugar para pasar un delicioso rato, charlando, con un buen libro (o en mi caso estresándome con proyectos que no salen). Apto para todas las edades, lo cual es sumamente importante ya que se crea comunidad y las burbujas individualistas de todos se rompen (aunque al salir del lugar se ponen la carcaza de nuevo). Un lugar honesto donde no se tienen pretensiones respecto al producto (como infinidad de lugares en la ciudad que no te consideran digno de su producto) y que ante cualquier duda todos están dispuestos a ayudarte y explicarte con el fin de que tu experiencia sea la mejor. Y todo esto apoyado de la calidad y sabor de los productos que ofrecen.

Espero pronto se multipliquen los lugares de este giro, que poco a poco vayan humanizando (granito a granito) esa feroz actitud consumista regia, y así la ciudad pierda ese color gris que la caracteriza.

Javier Salazar

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jueves, 13 de marzo de 2014

Directo y sin escalas (Yamasan Ramen House)

A todos nos ha pasado, en algún viaje al extranjero, nos topamos con un remedo de lo que se supone es la comida mexicana. Sorprendidos por tan mal símil de nuestra cocina, nos dedicamos a degustar las variedades culinarias que el país nos ofrezca (a menos que sea usted un fast-food/Burger lover) y sacamos el mejor provecho de la situación. Ese sentimiento de desolación, y tras un tiempo las ganas de volver a probar lo nuestro, es lo que la comunidad japonesa debe sentir en Monterrey.
Entre los 2.5 millones de establecimientos de comida japonesa (hipérbole sordeada) que existen en Monterrey (desde las grandes cadenas hasta la señora que aprendió a hacer sushi y puso su puesto afuera de su casa), no creo que japonés alguno le aplauda a lo que se produce en tales lugares. (Claro que han de existir algunos dignos de reconocimiento, pero vayámonos con el común denominador. Ya será momento de defender la calidad.)
Pero hace poco acudí al Yamasan Ramen House. Y mi creencia recibió un bofetón. Llegue y para mi sorpresa el lugar estaba lleno de comensales japoneses.  Albergado en un pequeño local en Plaza Tanarah, que en el interior esta compuesto por una gran barra que divide a los clientes de la cocina (que según el estereotipo que Jackie Chan nos ha enseñado es bastante común en Japón) y se complementa con mesas exteriores en una terraza compartida con otros establecimientos.
Ante 2 gratas sorpresas, recibí una tercera. Tomé el menú y todo estaba en japonés (mal entendido que la mesera al ver mi cara de confusión, se apresuró en aclarar informándome que le diera la vuelta a la parte en español).
La comida simplemente excelente. Con una gran variedad de ramens, con posibilidad de agregar diversos toppings. De igual manera variedad de arroz y demás Delicatessen japoneses.

Cabe destacar que al estar sentado en la barra, frente a mi tenía a un extraordinario y atento grupo de cocineros mexicanos, demostrando gran maestría en la preparación de los platillos. Excelente opción para los gustosos de la cultura japonesa (y si algún lector es japonés, y no estaba enterado, no se que espera..)





Ubicación:
Av. Vasconcelos 345 Col. Santa Engracia, 66267 San Pedro Garza García
Plaza Tanarah

83351779


En general:
Comida: 5/5
Atención: 5/5
Ambiente 5/5 

Precios: $150-$200 por persona



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